2017-10-11 19:30:09
Es una emoción maravillosa que al mismo tiempo contribuye al desenvolvimiento de la personalidad del niño, al fundamento de una actitud personal atrayente y cordial. Es importante que los padres y madres a través de una relación de afecto sana y equilibrada, guíen a sus hijos en la manera de expresarla, pues bien canalizada o regulada se puede convertir en una herramienta para aprender a manejar sus emociones, entendiendo que el estado de ánimo y el ambiente que lo rodea tiene una gran influencia en el comportamiento .
El niño es espontáneo por naturaleza, vemos a veces como son capaces de reír a carcajadas por situaciones que ven haciendo a sus compañeros o familiares sin pensar por qué razón lo hacen.
Los bebes se ríen por imitación y en la medida en que van creciendo comienzan a encontrar divertidas ciertas cosas y aplican el conocimiento que tiene de la facultad de reírse.
El humor aparece a los dos años de vida, al comprender que algo inesperado ha sucedido, un niño aprende a ver lo absurdo de una situación o la forma inesperada en que termina otra. Como ocurre con los chistes, el niño desarrolla su inteligencia abstracta y emocional, de allí la importancia que en la familia y en el jardín infantil se propicien espacios, encuentros de juego de roles, títeres, musidramas, dramatizaciones, trabalenguas etc. para estimular el desarrollo del buen humor en cada una de las etapas de los niños, ayudando así a fortalecer la expresión de la Alegría como manifestación de optimismo y señal de que se disfrutan los propios logros y también como una manera de enfrentar con esperanza las situaciones negativas.
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